Soy madre y viajera

Ser madre te cambia la vida. Eso es verdad. La llegada de este nuevo ser pone en perspectiva toda tu vida anterior. Pero hay cosas que no cambian. Sino se adaptan. Para mí una de las palabras clave de la maternidad es la adaptación. Que debe ser mutua. Yo (nosotros con mi pareja) nos adaptamos, pero hace lo mismo nuestra hija. Las familias son diferentes, a cada bebé le toca una, con unas costumbres propias. Y se adapta, se forma una unión. Se crea una familia.

Pues bien, ocurre lo mismo si al bebé le toca una familia activa, viajera. Nosotros viajamos por circunstancias, (siendo de dos países diferentes) y porque nos gusta. Hacemos actividades al aire libre por trabajo y porque nos gusta.

De echo, me enteré de mi embarazo estando fuera y en los nueve meses he viajado 5 veces.

Mi hija nació en Budapest en diciembre de 2011 y viajó - a su casa, en España - con 29 días. En coche, avión y tren. Con cinco meses estuvo en Francia y en Hungría de nuevo para visitar a sus abuelos. En septiembre en la playa de Castellón. En octubre en Hungría de nuevo y de ahí en coche a Eslovaquia y Polonia. Visitamos a menudo los abuelos que viven en Zaragoza, entonces pasamos días con ellos. Nuestra vida es así... Y la de nuestra hija también.
Queremos llevar esta forma de vida con naturalidad, incluyendo al nuevo miembro de la familia. Nos adaptamos a sus necesidades y ella a las nuestras.

Viajamos por muchas razones. Por ocio o porque nos ha tocado. Porque los abuelos viven lejos, incluso en otro país, porque nuestro trabajo nos obliga a estar lejos y nos podemos permitir llevar la familia. Hay muchas historias detrás de cada familia.

Me encanta leer los consejos generales de las revistas y portales de bebés. Procura hacer esto, es mejor lo otro, evita tal cosa... No les critico, porque su labor es dar pautas generales a muchas familias y cumplen con su cometido. Sin embargo creo que tenemos que adaptar estos consejos a nuestras circunstancias sin sentirnos culpables por la forma de vida que nos ha tocado o hemos creado y sentirnos malas madres por querer ser nosotras mismas.

Con esta naturalidad queremos aportar nuestro granito de arena, recopilando información, consejos, indagando cómo lo hacen otras familias, en el espacio Marabico.

Bienvenidos.

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