Viajar con bebé - Sur de Francia en coche
Con nuestra hija de 5 meses viajamos a través de los Pirineos al Sur de Francia, a la zona de Capbreton. Tras un mayo fresco, justo el día de la salida subieron las temperaturas de golpe hasta los 30 grados. El coche un horno, hasta arriba de bolsas y enseres, la salida caótica nosotros correteando de aquí para allá.. Hubo un momento que nos paramos y empezamos a reír del panorama, juntamos las maletas y paquetes en el recibidor listos para salir y en el medio, en su portabebés, como otro paquetito más, nuestra hija nos estaba mirando con cara perpleja :-))
Ella cómo viajera experimentada en avión nunca hizo un viaje tan largo en coche. Nos esperaban 5 horas por carreteras de montaña... Decidimos tomarlo con calma, paramos justo al otro lado de la frontera en un merendero en las montañas, comimos algo, jugamos en la hierba, cambio de pañal y a seguir. Al final del viaje ya se cansó pero en general lo aguantó bastante bien. Mejor que su madre, que por las curvas y jugando con la hija se puso verde de los mareos...
Llegamos por la tarde a nuestro destino a una casita alquilada. Como padres novatos nos llevamos el artilúgio que llaman cuna de viaje y de la que ya hablamos en otra entrada así que el montaje se alargó bastante, pero al final estaba todo organizado, cambiador (en una mesa auxiliar), cuna etc. Menos mal que nos llevamos nuestra bañera plegable, así pudimos bañarla en el lavabo, ya que el alojamiento no tenía bañera. Pero sí tenía un jardín con árboles que daban sombra, enseguida colgamos nuestra hamaca colgante en una de las ramas y Mara durmió sus siestas al aire libre. Todo un lujo...
Cómo no era su primer viaje, ya estaba superado el temor típico que no se dormirá en un sitio nuevo, no comerá etc. Vamos, por lo que pasamos todos los padres primerizos. Además, por si acaso llevamos refuerzos, los abuelos y tíos paternos. :-)
El siguiente reto fue la playa. La primera vez que nuestra hija se acerca al mar.. hace sol, hay que protegerla. Crema, ropa ligera, gorra, gafas de sol, seguimos los consejos básicos de protección solar. Siendo mayo, el mar no estaba para bañarse, pero nos lo pasamos en grande jugando con la arena y mojándonos los pies.
Dimos largos paseos por la playa, hicimos excursiones, intentando respetar el horario de nuestra hija. Si tocaba dormir intentábamos que coincidiera con el rato del coche o con un paseo por algún sitio tranquilo. Visitamos Biarritz, paseamos por Bayonne... La única pega que nos pusieron por ir con un bebé fue en Saint Paul les Dax, en el balneario. Directamente no nos dejaron entrar. Está claro que no queríamos meterla en el agua caliente, pero que no pueda estar una hora en una de las tumbonas o en las orillas de las piscinas exteriores mientras nosotros nos vamos turnando (éramos 6 adultos con ella) a su lado... Nos pareció extraño. Al final dimos un paseo alrededor del lago Christus en la misma localidad, una ruta preciosa y apta para carro de bebé.
Creo que es bastante fácil viajar con bebés de esta edad, por lo menos a nosotros nos pareció. Ya le interesa el mundo exterior pero aún no se mueve por si sólo, con un buen carro cómodo para dormir y preparado para los paseos por la arena, un portabebés o fular se lo pasa en grande viendo sitios nuevos. Esta excursión nos animó para viajar más en coche, aprendimos mucho, vamos cogiendo la marcha.
Al siguiente viaje en coche, ya con más experiencia llevamos menos cosas y más prácticas, pensadas
para los viajes.
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Ella cómo viajera experimentada en avión nunca hizo un viaje tan largo en coche. Nos esperaban 5 horas por carreteras de montaña... Decidimos tomarlo con calma, paramos justo al otro lado de la frontera en un merendero en las montañas, comimos algo, jugamos en la hierba, cambio de pañal y a seguir. Al final del viaje ya se cansó pero en general lo aguantó bastante bien. Mejor que su madre, que por las curvas y jugando con la hija se puso verde de los mareos...
Llegamos por la tarde a nuestro destino a una casita alquilada. Como padres novatos nos llevamos el artilúgio que llaman cuna de viaje y de la que ya hablamos en otra entrada así que el montaje se alargó bastante, pero al final estaba todo organizado, cambiador (en una mesa auxiliar), cuna etc. Menos mal que nos llevamos nuestra bañera plegable, así pudimos bañarla en el lavabo, ya que el alojamiento no tenía bañera. Pero sí tenía un jardín con árboles que daban sombra, enseguida colgamos nuestra hamaca colgante en una de las ramas y Mara durmió sus siestas al aire libre. Todo un lujo...
Cómo no era su primer viaje, ya estaba superado el temor típico que no se dormirá en un sitio nuevo, no comerá etc. Vamos, por lo que pasamos todos los padres primerizos. Además, por si acaso llevamos refuerzos, los abuelos y tíos paternos. :-)
El siguiente reto fue la playa. La primera vez que nuestra hija se acerca al mar.. hace sol, hay que protegerla. Crema, ropa ligera, gorra, gafas de sol, seguimos los consejos básicos de protección solar. Siendo mayo, el mar no estaba para bañarse, pero nos lo pasamos en grande jugando con la arena y mojándonos los pies.
Dimos largos paseos por la playa, hicimos excursiones, intentando respetar el horario de nuestra hija. Si tocaba dormir intentábamos que coincidiera con el rato del coche o con un paseo por algún sitio tranquilo. Visitamos Biarritz, paseamos por Bayonne... La única pega que nos pusieron por ir con un bebé fue en Saint Paul les Dax, en el balneario. Directamente no nos dejaron entrar. Está claro que no queríamos meterla en el agua caliente, pero que no pueda estar una hora en una de las tumbonas o en las orillas de las piscinas exteriores mientras nosotros nos vamos turnando (éramos 6 adultos con ella) a su lado... Nos pareció extraño. Al final dimos un paseo alrededor del lago Christus en la misma localidad, una ruta preciosa y apta para carro de bebé.
Creo que es bastante fácil viajar con bebés de esta edad, por lo menos a nosotros nos pareció. Ya le interesa el mundo exterior pero aún no se mueve por si sólo, con un buen carro cómodo para dormir y preparado para los paseos por la arena, un portabebés o fular se lo pasa en grande viendo sitios nuevos. Esta excursión nos animó para viajar más en coche, aprendimos mucho, vamos cogiendo la marcha.
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